Néstor Sucko nos cuenta que Casarella Steel se basa en el uso de perfiles de acero galvanizado. El acero es fuerte y resistente, y el galvanizado es sinónimo de duración, ilustra y añade que su marca está registrada ante el Ministerio de Planificación Federal de la Subsecretaría de la Vivienda, cuenta con Certificado de Aptitud Técnica (CAT) y puede ser utilizada para construir en todas las zonas bioclimáticas de la Argentina.
Así se logra una vivienda fresca, fácil de refrigerar, calefaccionar y con excelente aislación térmica: el muro mide 17 cm de los cuales 4 están destinados únicamente para ese fin, cuando en construcciones habituales, con ladrillo hueco de 18 cm, no existe esta prestación.
Sin embargo, se apresura en aclarar, aislación no es sinónimo de mala ventilación: " Las viviendas se orientan cuidadosamente para lograr ventilación cruzada y alcanzar la máxima eficiencia en iluminación para cada época del año".
En cuanto a aberturas, el directivo de Casarella indica que todas las alternativas son viables con este sistema, aunque aconseja en primer lugar la carpintería de PVC de alta prestación con DVH (doble vidriado hermético), y luego el aluminio estándar de alta o baja prestación.
Casarella se ocupa de todo, desde el dibujo del proyecto hasta el día que se entrega la vivienda pintada y lista para habitar, con todos los artefactos y griferías.
Las casas no tienen diseños preestablecidos, y suelen arrancar en los 80 m², todas con posibilidad de ampliación a futuro.
Los tiempos de obra son de cuatro meses para una casa de 75 m² y seis meses para una de 120 m², aunque siempre puede variar según el country o municipio.